Este pasado sábado 8 de febrero más de 400 personas y 146 organizaciones, entre ellas CGT, han participado en la VII Marcha por la Dignidad bajo el lema “Frente a nuestros muros construimos puentes” con el objeto de que no caiga en el olvido y se haga justicia tras lo ocurrido el 6 de febrero de 2014, cuando Luc, Samba, Yves, Daouda, Armand, Yousouf, Dumarou, Blaise, Keita, Larios, Jeannot, Ousman, Roger, Chimi y un migrante más cuyo nombre desconocemos morían mientras intentaban llegar a las costas del Estado español. Al menos 555 disparos fueron emitidos durante una devolución en caliente que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sentencia como ilegal.
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La Audiencia Provincial de Cádiz reabrió el caso, pero fue archivado por no haber acusación del fiscal ni por existir posibilidad de que las víctimas presentasen recurso.
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Catorce delitos de homicidio imprudente, un delito de denegación de auxilio, 555 disparos, 10 guardiaciviles investigados, seis declaraciones de testigos, de las cuales, tres de ellas realizadas por supervivientes de la tragedia, y cero diligencias del Ministerio Fiscal demuestran que las vallas no sólo están hechas de alambres y concertinas sino también de tribunales y procedimientos jurídicos insalvables y que es responsabilidad ciudadana la defensa del artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que reconoce el derecho a la libre circulación y a la elección de residencia en el territorio de un Estado.
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