La barbarie de la violencia hacia las mujeres no es algo natural

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No me resigno a aceptar que la barbarie de la violencia hacia las mujeres sea algo natural.

Los datos de la violencia contra las mujeres son cada dia, cada mes, cada ano mas espeluznantes y, sin ningun tipo de duda, inaceptables. La frialdad de estos datos nos tiene que conmover, sublevar, activar. Son cifras que van en aumento y expresan con claridad que nos encontramos ante un gravisimo problema que nos afecta a toda la sociedad, que nos retrotraen a tiempos de oscurantismo y barbarie, quizas tiempos nunca superados.

En nuestro pais, no solo decenas de mujeres son asesinadas anualmente a manos de los hombres,
sino que miles de mujeres son agredidas sexualmente, centenares de miles sufren violencia fisica, millones sufren violencia psiquica, en definitiva millones de mujeres sufren discriminacion, desigualdad, marginacion y explotacion economica, laboral, social, cultural, sexual, frente a los hombres.

En los paises de nuestro entorno cultural, la situacion que vive la mujer en su dia a dia, es muy semejante al que acabamos de describir de nuestro pais. Por su parte, la situacion de la mujer en otras culturas, en otros mundos geograficos mas alejados del nuestro, es igualmente dantesca, sufriendo desprecio, exclusion, mutilaciones, castigos, lapidaciones, condenas… que nos denigran como seres humanos, como especie, que nos debe hacer sentir como despreciables.

Esta impune realidad, para la opinion publica, poco a poco se ha ido interpretando como la normalidad, ha ido adquiriendo, como carta de naturaleza, que estamos ante un fenomeno natural, algo que no puede cambiarse, que no puede ser de otra manera, una realidad ante la que hay que resignarse, algo irremediable. Con justificaciones como: ?gLas cosas son asi, los hombres reaccionan asi, la violencia forma parte de su naturaleza, siempre ha habido agresiones, algo habria hecho la mujer, las mujeres siempre estan provocando, insinuandose, etc, etc.?h En definitiva, comprension social hacia el machismo, hacia el patriarcado. Esta concepcion, este enfoque de la violencia contra las mujeres, no es casual, al contrario, cuenta con el apoyo, con la apatia, con la inhibicion de los poderes publicos, de sectores sociales muy amplios.

De ninguna manera, las mujeres lo vamos a permitir, estamos absoluta y radicalmente en contra, esta es la actitud beligerante que nos mueve, este es el compromiso que mantenemos. La brutalidad, el terrorismo machista contra las mujeres es algo que no responde a ninguna regla natural, todo lo contrario, es algo cultural, algo aprendido, algo desarrollado en el contexto de una sociedad patriarcal, una sociedad desigual y explotadora. No nos resignamos a aceptar como normal algo que es antinatural, algo que es evitable. No nos vale con que los poderes publicos se dediquen a ofrecer la estadistica de las muertes de mujeres a manos de los hombres, con certificar esta estadistica y seguir sin hacer nada esperando un milagro que nos solucione el problema. No nos vale con creer, con pensar, que no se puede hacer nada, que el hombre es asi, que algunos hombres son asi, que la sociedad tiene que ser y funcionar asi.

Es preciso erradicar el mas minimo signo de violencia que detectemos. Es preciso actuar, no podemos permitir que las caras visibles de la sociedad, cuando han protagonizado signos, gestos, actitudes, acciones, discursos… machistas, sexistas, discriminatorios, vejatorios hacia la mujer, sigan ocupando puestos de representacion publica.

Tolerancia cero hacia cualquier atisbo de discriminacion, venga de donde venga: cargos politicos, jueces, obispos, ejecutivos, profesores, sanitarios, militares, tantos y tantos machos, encargados, jefes de personal, maridos, companeros, sindicalistas… , que alegremente contribuyen a que la sociedad sea pasiva y sumisa ante la que nos parecen decir que es inevitable la violencia machista, ya sea protagonizando actitudes o comportamientos machistas, ya sea aceptando como natural algo que es cultural. Ahora acaban de desayunarnos con las declaraciones de un concejal del ayuntamiento de Madrid cesando a una mujer por quedarse embarazada, exigiendo dedicacion absoluta a su trabajo, personas con este tipo de pensamiento no pueden desempenar ningun cargo politico.

El problema es global, es integral, implica a toda la sociedad y por tanto su solucion requiere intervenciones en el plano educativo, el plano laboral, social, economico. Sin duda, erradicar la violencia patriarcal, machista, capitalista, que se ejerce desde este modelo social contra las mujeres exige una revolucion, exige la transformacion social, exige dotarnos de nuevas reglas de juego basadas inexorablemente en la igualdad entre hombre y mujeres, en la emancipacion de la mujer, en la justicia social.

Las mujeres no somos menos que los hombres, ni inferiores, ni mas debiles, ni sumisas, ni sometidas, no somos objetos para los hombres. No aceptamos sufrir, por nuestra condicion de mujer, la mayor explotacion, la mayor precariedad, la negacion de nuestros derechos, el derecho a pensar libremente, a pensar con autonomia, el derecho a la libertad, el derecho a decidir, el derecho a conciliar la vida familiar y laboral.

En estos tiempos de crisis, el sistema se esta ensanando contra las mujeres, nos esta utilizando como cabeza de turco, nos esta quitando derechos sociales y laborales, nos esta condicionando para volver a recluirnos en el hogar, en la vida privada, en el trabajo domestico y de cuidados. De alguna manera, culpabilizandonos a las mujeres por estar trabajando, culpabilizandonos de la crisis. En esta tesitura debemos entender la tremenda agresion que representa eliminar el derecho de la mujer a decidir, a disponer de su cuerpo, de su sexualidad, de su identidad, de su derecho al aborto.

El proximo 25 de noviembre conmemoramos el dia internacional de la violencia machista y desde CGT llamamos a la accion directa para luchar por nuestra emancipacion y la erradicacion de todas las violencias, llamamos a la autoorganizacion de las mujeres para defendernos mejor. Nuestras herramientas de lucha son la denuncia publica, el ejercicio de nuestros derechos, el ejercicio de nuestras libertades, la practica de la solidaridad entre nosotras, la educacion en la igualdad, la rebelion contra la injusticia y la discriminacion que sufrimos. Considerando que ninguna agresion puede quedar sin respuesta.

Por otro lado el compromiso debe de ser de toda la CGT, no podemos olvidar que el acoso, la agresion, la violencia hacia la mujer denigra tambien al hombre, lo embrutece, lo empequenece intelectualmente. El cambio social que necesitamos para erradicar la lacra de la violencia y la discriminacion de la mujer frente al hombre, requiere de la accion de todos y todas, entre otras cuestiones porque el beneficio es mutuo.

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