El sangriento saqueo del franquismo

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Un grupo de investigacion recopila documentos de los expolios fascistas

La represion fue mas alla del asesinato. El franquismo, ademas de entregarse al saqueo propio de las batallas, sistematizo el robo de bienes y lo prolongo mucho despues de la guerra. Un doble castigo que buscaba el beneficio del regimen y la extincion de las familias “rojas” y de su futuro. Cinco investigadores del grupo de trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucia, de la CGT, han puesto en marcha el proyecto Rapina, que pretende reunir toda la documentacion posible para publicar un volumen sobre estos expolios, algo que no recoge ni la Ley de la Memoria.

El franquismo acabo con la vida y los bienes de German Franco Santiago y Ramona Puntas en uno de los episodios del terrible drama que vivio la localidad sevillana de Guillena durante la guerra. Pero sus descendientes han sobrevivido y con ellos la memoria de la familia.

German y Ramona, como recoge el investigador Leonardo Alanis, llegan de Brasil en 1929 con una nina de tres anos y un gran capital de 800 dolares. Se asientan en Guillena, donde llegan a disponer de ocho casas y solares. Le recuerdan como un buen hombre, de izquierdas, pero comprometido con la libertad. De hecho, le atribuyen la salvacion del parroco y de la iglesia durante la guerra.

Pero no sirvio. El desaparecio y su esposa fue fusilada. La pequena Josefa Franco Puntas vio desde debajo de una mesa como se la llevaban los fascistas. Antes, les habian confiscado todos los bienes y obligado a firmar la “papeleta” de la comandancia militar, donde se detalla que se atiene a los bandos de 11 de septiembre y 5 de noviembre de 1936.

Una instruccion de 9 de abril de 1937 fechada en Sevilla narra como “un rumor entre la tropa” de que una familia era “roja” bastaba para el expolio. Se sabe porque la afectada protesto y demostro que todos los miembros de su familia, “a excepcion de su hermano”, “eran personas de orden y afectos al Movimiento”. Le devolvieron los bienes, pero se exculpo a los expoliadores “conforme al articulo 396 del Codigo de Justicia Militar”.

No era lo habitual. Cecilio Gordillo, miembro del equipo del proyecto, destaca que el robo era sistematico y el objetivo “dejar hambre”. “Lo peor es que se perpetua cuando acaba el conflicto”, afirma el investigador e historiador Jose Luis Gutierrez.

El profesor de la Universidad de Sevilla Antonio Miguel, tambien miembro del grupo, anade que “la rapina se llevo a cabo como complemento de la represion personal” y destaca que los bienes en algunos casos se blanquearon con falsas ventas y en otras ocasiones ni eso. Recuerda que se hicieron grandes fortunas y hasta bibliotecas.

De esta situacion se beneficiaron el Estado y particulares. Algunos afectados han intentado recuperarlos u obtener una compensacion, pero se han estampado con dificultades legales. Es el caso de Paqui Maqueda, bisnieta de Juan Rodriguez Tirado, a quien fusilaron en 1936. A su bisabuela la echaron de su casa de Carmona (Sevilla). Uno de sus tres hijos murio con 96 anos en Barcelona. Padecia alzheimer y la memoria le fallaba; sin embargo, “nunca olvido la direccion de su casa en Carmona”, recuerda Maqueda.

En el Registro de la Propiedad figura su familia como propietaria desde 1920 y tras el pago de 16 pesetas. Tambien esta la anotacion de la incautacion por parte del Estado. Sin embargo, ahora esta en manos de otra familia. Ha reclamado al Ministerio de Hacienda, pero le han respondido que, aunque si existe una ley sobre las propiedades intervenidas a partidos y sindicatos, “actualmente no existe disposicion legal vigente que ampare o pueda dar cobertura a una posible restitucion de bienes y derechos incautados a particulares durante el periodo 1936-1939”.

“No se si me devolveran la casa, pero al menos que nos compensen por el robo”, afirma Maqueda. No quiere implicar a los actuales propietarios de la vivienda porque sostiene que “los crimenes no se heredan”, pero asegura que tiene que ser el Estado quien resuelva este conflicto y no los particulares.

La confiscacion de bienes a las familias ha estado marcada por el tabu y no ha sido objeto de investigacion exhaustiva. Si se tienen documentados hechos similares con grandes empresas. Con algunas, la accion del franquismo cumplio multiples objetivos. Es el caso del fusilamiento de Constantino Ruiz Carnero, el ultimo director de El Defensor. En el libro Granada, 1936: Muerte de un periodista, Francisco Vigueras investiga y narra el asesinato de este intimo amigo de Federico Garcia Lorca en la tapia del cementerio de San Jose. El semanario Patria se apropia de las maquinas incautadas a El Defensor. Tambien de las de La Publicidad. Con eso no solo consiguen una empresa con un material moderno y competitivo, tambien acallan una voz de la democracia y la justicia y su medio de difusion.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/andalucia/sangriento/saqueo/franquismo/elpepuespand/20110213elpand_3/Tesrn

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