El castigo como herramienta de contención social: La nueva Ley de Seguridad Ciudadana y más allá

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Para reflexionar sobre la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana es necesario abordarla mas alla de una estricta perspectiva juridica y enmarcarla dentro de un contexto social y economico determinado. Desde el punto de vista juridico no es un hecho aislado sino que cierra un circulo de reformas legales que conlleva un recorte de determinadas libertades fundamentales encaminadas a la contencion de la protesta social.

?Cuando empezo todo?

En marzo de 2011, la huelga general era un primer termometro para advertir el nivel de descontento social que la crisis economica estaba provocando. Las masivas manifestaciones que se sucedieron por todo el territorio y el nivel de conflictividad que se origino pusieron en alerta al poder politico y la respuesta represiva no tardo en llegar.

Este descontento tuvo su mayor visibilizacion en el movimiento 15M que saco a la calle a miles de personas pidiendo una democracia real. A partir de mayo de 2011, los movimientos de disidencia politica son reforzados y los movimientos por la vivienda se extienden y reinventan nuevas formas de protesta y accion directa.

?Cual es la respuesta del poder politico?

Desde el ano 2011, hemos visto aumentar el presupuesto del Ministerio de Interior: el gasto en las unidades antidisturbios se ha triplicado cuando el resto de ministerios ha sufrido recortes en sus presupuestos.

Los discursos politicos y los medios de comunicacion han comenzado a asimilar las protestas ciudadanas a conductas pseudoterroristas, en un intento de crear un estado de opinion que legitime la suspension de garantias que las reformas legislativas pretenden imponer.

La ecuacion en la que nos encontramos ahora podria resumirse de la siguiente forma: recortes sociales que provocan la precarizacion de la vida de gran parte de la ciudadania; protesta social ante esta precariedad; exceso punitivo desde el poder para reprimir estas protestas sociales. En resumen, ante un retroceso del estado social se impone un avance del estado penal.

La reforma del Codigo Penal

El castigo contra la protesta social se observa con claridad en la futura reforma del Codigo Penal. Una reforma que establece la cadena perpetua, que criminaliza la pobreza y que crea la figura del ??disidente politico?? a traves de un endurecimiento de las penas en los delitos de orden publico.

Un ejemplo de ello seria el nuevo delito de desobediencia que plantea la reforma del Codigo Penal, que consiste en castigar hasta con dos anos de prision a las personas que practiquen la desobediencia civil de forma no violenta. Un ejemplo seria una sentada para impedir un desahucio. La pena es desproporcionada en comparacion con el ??dano?? que esta desobediencia esta produciendo en el orden social. Realmente, lo que esta excesiva pena castiga es el empoderamiento ciudadano ante situaciones de injusticia.

Asimismo, desaparecen las faltas del nuevo Codigo Penal, criminalizando ahora ?a traves de la figura del delito? comportamiento nimios y estableciendo penas desproporcionadas como, por ejemplo, para los pequenos hurtos. Por ultimo, el nuevo Codigo Penal ?en un estado como el nuestro que es el que mayor poblacion penitenciaria tiene de los paises de nuestro entorno? establece una restriccion de la posibilidad de suspension de las condenas, lo que va a provocar una masificacion de nuestras carceles por pequenos delitos.

?Y la Ley de Seguridad Ciudadana?

Una vez eliminadas las faltas del Codigo Penal, estas conductas pasan a castigarse como faltas administrativas a traves de sanciones recogidas en la nueva Ley de Seguridad Ciudadana.

Ademas, nuevas conductas que hasta ahora no eran constitutivas de falta penal ni administrativas aparecen ahora recogidas en el texto de la ley. Estas conductas estan redactadas de forma especialmente descriptivas, lo que pone de manifiesto que la voluntad del poder politico es castigar conductas que los movimientos sociales han llevado a cabo durante estos ultimos anos en forma de protesta. Ejemplo de ello serian los escraches, las pancartas colgadas en fachadas de edificios o las acampadas en la via publica que hasta ahora escapaban al castigo.

Cuando el castigo se impone en la via administrativa y no en la penal se vulneran varias garantias juridicas:

– La presuncion de inocencia y el derecho a la defensa ante un juez desaparece. Sera la autoridad administrativa la que tipifique los hechos e imponga la sancion y sera la persona sancionada la que tendra que acudir a la justicia a traves de un proceso contencioso administrativo si no estuviera de acuerdo con la sancion. Los principales obstaculos que la via administrativa contempla son que es mas lenta y que, durante el proceso, la persona ya ha sido declarada culpable y solo podra ser declarada inocente al final, invirtiendo asi la presuncion de inocencia que impera en el orden penal.

– En la nueva reforma de la Ley de Tasas el derecho a la justicia gratuita se ha visto recortado, por lo que si la persona quiere demandar para que un juez juzgue si la sancion que le han impuesto se ajusta o no a Derecho tendra que pagar una tasa.

– Las multas administrativas que impone la ley contemplan una cuantia enormemente mas elevada que las penas multas del orden penal. La misma accion que podria ser castigada con una multa de 60 euros en un juzgado penal puede castigarse ahora por el poder politico hasta con 300.000 euros.

Este exceso punitivo, alejado de cualquier ordenamiento europeo, pone de manifiesto el temor que el poder politico siente ante los intentos de transformacion social de la ciudadania. En la lucha por un mundo mas justo e incluyente para todas y todos, el miedo esta cambiando de bando. La exhaustividad de la redaccion de las conductas sancionadas en la nueva Ley de Seguridad Ciudadana muestra como se pretende reprimir las formas de lucha no violenta que la ciudadania reinventa cada dia. Para las personas comprometidas con la justicia social, este miedo del poder es nuestra mejor ventaja, pues demuestra que la inteligencia colectiva y las redes de apoyo mutuo que originan las acciones de protesta social siempre iran por delante del miedo y el castigo que el poder intenta imponer.

Fuente: http://www.cgtandalucia.org/Barricada-de-Papel-no-17rn

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