Esta pandemia nos está dejando clara ciertas cosas, las multinacionales, que llevan años preparando sus plantillas para la renovación a precio de saldo, no sólo en cuanto a edad de los trabajadores sino en cuanto a perfil cultural de los mismos, han encontrado el momento idóneo para la consecución de sus deseos. Airbus no podía ser diferente al panorama empresarial del nuevo capitalismo depredador. Para ello, sin contar con ningún argumento que lo constate como real, ha optado por aprovecharse del impacto coyuntural de la covid-19 para comenzar esta reducción de plantilla al más bajo coste posible. Su intención es clara, quitarse a un número elevado de trabajadores, sobre todo, relacionados con la producción para cambiarlos en el futuro por las plantillas flotantes y con derechos más precarios que se han ido formando en el pasado, para luego llenar las bolsas de precariedad que han creado con los sindicatos de concertación.
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La discusión radica en cómo se va a ir la parte de plantilla que le sobra a la dirección de Airbus y sus sindicatos, no porque no haya trabajo en el futuro sino porque esa plantilla de más edad aún mantiene una cultura laboral y sindical que la aleja del corporativismo rancio que han inculcado sobre todo en la última década. Todo ello, no podemos obviarlo, con el acuerdo de una amplia mayoría sindical de sindicatos colaboradores y entregados a la causa del capital. Así pues con los despidos voluntarios inician un periodo de consultas que más bien podría ser llamado de presión para eliminar a multitud de trabajadores que han entregado toda su capacidad laboral a la empresa a lo largo de toda su vida.
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Para conseguir el objetivo han puesto en marcha multitud de información sesgada que tiene el objetivo de comprobar qué rechazo o aceptación pueden tener determinados tipos de despidos encubiertos: el primer paso es una toma de contacto face to face minimizando las condiciones de retiro para luego implementar una mejora en la supuesta negociación que sea suficiente o conforme para la plantilla afectada, o al menos suponga lo que se ha denominado con el paso del tiempo como “lo menos malo”. Para conseguir el objetivo: ¿qué mejor que poner a funcionar el tejido de representación social dócil para que vaya por los talleres y oficinas preguntando en qué condiciones se irían los compañeros sin oponer casi ninguna resistencia?
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Para profundizar en la situación actual de airbus, podíamos haber cogido otros periodos de los resultados de la compañía, pero nos hemos retrotraído a 10 años porque pensamos que los cambios en estos años han sido significativos en la implantación de esa nueva cultura del trabajo que crea un sentimiento corporativo de aceptación y claudicación. Cultura que no hubiera sido posible sin la estimada ayuda de la parte social entregada a la causa. Además podemos ver que las expectativas de futuro a medio y largo plazo son mucho más halagüeñas que las que se dieron hace 10 años.
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Con esta suerte de comparativa de dos periodos enmarcados en las últimas dos crisis, la del 2008 y la actual. Podemos sacar conclusiones interesantes para debatir con las plantillas y evitar el discurso intencionado y monotemático que va calando, discurso funesto que pinta un presente desolador pero que también quiere dar a entender que el futuro de la compañía está también difunto.
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2010
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A 31 de diciembre de 2010, EADS tenía una plantilla de 121.691 empleados
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2.010 pedidos brutos de aeronaves en el año 2009
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510 Aviones comerciales entregados en todo el año 2010.
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La plantilla es menor que la actual, de hecho los 14000 empleos que plantean reducir coincide con el número aproximado de diferencia entre la plantilla de 2010 y la de 2020.
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2020
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El año aún no ha concluido.
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Entregas de aeronaves: Airbus ha realizado 341 entregas de aviones comerciales hasta septiembre de 2020, aquí no se cuentan los aviones militares. Es curioso que los pedidos totales de aviones a futuro se ha incrementado de 300 netos hasta septiembre con respecto al año 2019 que era de 127.
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Julio de 2020 una cartera de pedidos pendientes de 7.621 pedidos brutos
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Platilla total a 2019 de 134 900 trabajadores en todo el mundo
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Número de empleados de airbus por área geográfica
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Es significativo que en plena pandemia el aumento de pedidos netos no para de crecer: 300 netos según los datos aportados por europa press, esto hace recalcar que todo el movimiento de reducción de empleados que plantea airbus es para aprovechar la pandemia y reducir dentro del espectro laboral que ya hemos analizado otras veces: rebeldes, mayores y enfermos. Lleva años preparando esta momento. También es curioso que quieran acabar exactamente con todo el empleo creado en esta década, al menos con el empleo perteneciente a la plantilla de la multinacional. En nuestro análisis los aproximadamente 2000 empleos creados en el estado español son los que la multinacional se quiere cepillar, aunque más bien serán, como hemos dicho, aquellos que tienen sus edades cercanas a la edad de jubilación. No obstante, cualquier cosa es posible dentro del universo airbusiano y su cohorte sindical.
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La jugada puede resultar bastante rentable para airbus, cambiar a trabajadores con una cultura sindical aún mantenida en la memoria por otros nuevos o más jóvenes, formados por los sindicatos de concertación para adaptarse a la flexibilidad y sometimiento que plantean. Es decir, trabajadores más dóciles y corporativos, dominados por un individualismo voraz, capaces de adaptarse a la nueva precariedad laboral que los usará según demanda. Trabajadores que competirán con sus compañeros en todos los ámbitos. Las bolsas de empleo es el mecanismo que preparaba esta circunstancia, la pandemia es el cisne negro que da la oportunidad de adelantarla al más bajo coste posible si no oponemos resistencia. La realidad es que en airbus no sobra nadie nada más que los gestores corruptos que mercadean con nuestra plusvalía. Después de esto podemos también tener en cuenta el interés de la compañía en sacar del perímetro de airbus a numerosos centros de trabajo.
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Otro aspecto es la inmensa cartera de pedidos brutos a futuro en 2020 comparado con el año 2010. 5000 aeronaves más que en 2010. Tenemos que poner freno a la estafa que quieren consumar que sólo necesita de la preparación de la plantilla para su aceptación, cuando llegue ese momento ejecutarán sus planes. Desvelar el lenguaje intencionado de la dirección y su cohorte sindical se hace más necesario que nunca si no queremos que ejecuten sus planes sin ninguna oposición posible.
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Nota: Esto es para comenzar a trabajar sobre la idea de la gran estafa que quieren perpetrar las multinacionales. Podríamos decir a modo de hipótesis, aunque no nos guste a alguno demasiado, que los gobiernos y los sindicatos de concertación están de acuerdo en todo, lo único es esperar el momento propicio que ocasione el menor impacto social.
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Como organización tendremos que centrarnos en mostrar cómo todo es mentira, cómo todo es una estafa más del capital para amortizar puestos de trabajo. Si no conseguimos que al menos duden los que nos quieren llevar al matadero de que tendrán que soportar un alto coste, creo que airbus consumará su propósito sin casi ninguna oposición.
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Ni que decir tiene que la subcontratas y empresas auxiliares están ya más que vendidas. Esa es otra tarea pendiente, decirles que no se manifiesten sólo en sus empresas sino que vayan a las puertas de las factorías de airbus a exigir empleo y futuro. Los trabajadores de las subcontratas trabajan fundamentalmente para airbus, esa es la realidad que ya no se oculta, otra cara de la gran estafa que han perpetrado y siguen perpetrando.
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Salud y lucha.
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