Antonio Leal Aguilera. El zapatero que escondió a Vicente Ballester. Por Santiago Moreno

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El numero de escritos que existen sobre Vicente Ballester Tinoco (Cadiz, 1903-1936) no son pocos. De hecho este dato creo que es diametralmente opuesto a la gran indiferencia -y lo que es peor, desconocimiento-, que la ciudad de Cadiz tiene hacia su persona. Aquel que a raiz de su violenta muerte, hace ahora 76 anos, fuera convertido en mito del anarquismo andaluz, habia sobrevivido durante dos meses en casas de distintos vecinos de la ciudad que fueron dandole cobijo y proteccion frente a los golpistas.

Ballester, ebanistero de profesion y autodidacta en el mundo de las letras -incluso llego a dar clases de esperanto-, profeso el anarcosindicalismo de la mano de, entre otros, su companero de trabajo Jose Bonat Ortega. Y si destaco, dentro de CNT, fue por los distintos cargos que llevo a cabo -sobre todo a partir de los anos 30-, asi como por su capacidad de reorganizacion, sin olvidar su papel en la Alianza Obrera Revolucionaria. Bien recordado es su papel unificador en el mitin de la plaza de toros de Cadiz, junto a Largo Caballero (UGT), el 24 de mayo de 1936.

Sin embargo este pequeno texto va dedicado a la ultima persona que lo escondio. En un terrorifico mes de septiembre de 1936 donde los fascistas campaban a sus anchas actuando con total impunidad, un humilde zapatero de la calle Jose Celestino Mutis tuvo oculto a una de las personalidades mas respetadas en los circulos obreros y progresistas. Esta es parte de la Historia de Antonio Leal Aguilera y su familia.

Antonio Leal habia nacido en 1893 en Medina Sidonia. Como la mayoria de las personas humildes de aquellos anos, aunque no tenia estudios, si sabia leer y escribir. Presumiblemente tras la realizacion del Servicio Militar, vino a instalarse a Cadiz puesto que sabemos que fue en 1913, con veinte anos cumplidos, cuando comienza a vivir en la capital.

Su jornal diario no ascendia a mas de tres pesetas como humilde zapatero que era de profesion.

Antonio se caso con Paula Cruz Mota, una chiclanera nacida en 1890 que no sabia ni leer, ni escribir y que ocupaba el dia con los que haceres de la casa. A dicho matrimonio Paula aporto dos hijas y un hijo de distintos matrimonios que habia tenido con anterioridad. Las primeras se llamaban Maria y Juana Baro Cruz, nacidas en Chiclana en los anos 1912 y 1914, respectivamente. Eran hijas del chiclanero Francisco Baro Tirado. Ellas tendran un destacado papel la noche de la detencion de Vicente Ballester. Por ultimo estaria el pequeno Juan Montero Cruz que si habia nacido en Cadiz, en 1920, y que vivira aquel triste episodio en plena adolescencia. Su padre fue Francisco Montero Pacheco que habia contraido matrimonio con Paula en 1916 en Chiclana. No sabemos si Paula llego a enviudar, rehaciendo su vida con Antonio Leal “el zapatero”, o si hubo otro tipo de circunstancias. Sin embargo los documentos consultados nos vienen a indicar que tiempo despues, ambos, o contraen matrominio, o por lo contrario hacen vida marital. Hecho, por cierto, muy extendido entre las clases bajas de aquel entonces.

Practicamente nada sabemos de nuestro personaje en anos consecutivos ?fue afiliado a CNT u otro sindicato o partido politico? ?que le unia a Vicente Ballester? ?amistad o simplemente admiracion como suponemos ocurriria con muchos obreros de entonces?

Fuera como fuese, el bajo derecha del numero 9 de la calle Celestino Mutis fue el ultimo escondite de Ballester tras el rapido aplastamiento de la defensa republicana de Cadiz. Seria la madrugada del 19 de septiembre. La descripcion dada, a bombo y platillo, por Diario de Cadiz -convertido en aquellos dias en vocero de los golpistas-, parece que busca la humillacion del gaditano Ballester, asi como se busca el escarmiento para otros ciudadanos que se vieran en la misma situacion que Antonio Leal. En el texto podemos intuir los momentos de terror vividos durante la accion:

“…El senor Aguilera Mata y el sargento Arista, penetraron, resueltamente en la casa, donde ya se conocia se encontraba escondido el Vicente Ballester.
El inquilino, el zapatero Antonio Leal, asi como cuantas personas habitaban en la casa, negaron que alli se encontrara persona extrana a la familia, pero no obstante se efectuo un minucioso registro.
Los agentes fueron enganados cuando registraban la casa, habitacion por habitacion, pero aunque no daba resultado la busqueda, se tenia la evidencia que alli se encontraba el que se buscaba.
Se les hizo saber a todos los de la casa la responsabilidad tan grave en que incurrian, especialmente el dueno, por lo que entro en todos el desconcierto y nerviosismo, delatandose ellos mismos en su complicidad.

Los agentes penetraron en una habitacion completamente a oscuras y dieron con Ballester en panos menores en el centro de la habitacion.

Estuvo escondido bajo un colchon sobre el que fingian dormir dos mujeres.

Los senores Aguilera y Arista, pistola en mano, penetraron en la habitacion con peligro de ser acometidos en la oscuridad, pero la rapidez con que llegaran impidio que Ballester pudiera atacarle y tratar de huir.

El gobernador civil al conocer este servicio, felicito al comisario y demas agentes que intervinieron…”

Vicente Ballester y el zapatero que lo tenia oculto en su casa fueron trasladados a la comisaria mas cercana. A la de la calle Virgili. Ni un dia completo llegaron a estar alli. Tan sonada era la personalidad de Ballester en la ciudad y otros puntos de la geografia espanola, que se decidio su muerte aquella misma noche. Al dia siguiente, a las cuatro de la tarde, sin juicio previo ni pantomima que se le pareciera, era asesinado en los fosos de las Puertas de Tierra. Antonio Leal corrio la misma suerte. El dia 20 de septiembre eran enterrados en el Cementerio Catolico de San Jose.
Aquel 19 de septiembre sera recordado, en silencio, por muchos gaditanos. Aquel mismo dia son asesinados en los alrededores de la plaza de toros hasta un total de diez personas: Jose Cebada Soto, Pedro Conde Aguilera, Fernando Pina Sevilla, Ramon Real Jimenez, Inocencio Toro Franco, Jose Valiente Andrades y cuatro mas de los que se desconocen sus nombres.
* * *

La vida de Paula Cruz y sus hijos a partir de ese dia quedaria marcada para siempre. Como ocurriria con tantos otros. Meses despues seguirian viviendo en la misma casa. Y el joven Juan tuvo que alistarse, como todo aquel que alcanzaba los 18 anos, al frente. Al llamado ejercito nacional. A los sublevados que, en 1938, seguian sin poder acabar con una Republica que al final resulto ser mas fuerte de lo que parecia.

Juan Montero Cruz quedo alistado en el Regimiento de Infanteria no33 de Cadiz. No tuvo que ser facil enrolarse en el mismo bando que, un par de anos antes, habian fusilado a su padre. O al menos quien representaba esa figura en la casa de la calle Celestino Mutis. Sus hermanas, Maria y Juana, aquellas mujeres que, supuestamente, segun Diario de Cadiz, dormian sobre el colchon que se ocultaba Ballester, aportaban a la casa un minimo jornal sirviendo en un domicilio de la Plaza de Candelaria.
No es dificil hacerse a la idea del hambre y miseria que pasaria dicha familia a raiz del fallecimiento de Antonio Leal. Seria, por esta cuestion, por la que Paula asiste a la Junta Local de Subsidio al Combatiente a pedir una ayuda. Entre los documentos que aporto se encuentran los certificados del ayuntamiento y la diputacion de no recibir ningun tipo de ayuda. Paula, madre en plena guerra, ocultaria su relacion con el fallecido zapatero puesto que aquello le podria acarrear problemas y entrego el certificado de matrimonio con su anterior pareja, el padre de Juan: el chiclanero Francisco Montero.

Acabada la guerra el joven soldado tan solo habia comenzado una gran peripecia. Del Regimiento de Cadiz paso al de Granada en octubre de 1939. Y de alli, siendo del Reemplazo de 1941, pasaria a la Primera Compania del Tercer Batallon del Regimiento de Infanteria no 45 de Cordoba como tambor. El ultimo documento que he encontrado lo situa de nuevo en Cadiz. Es 1942 y disfruta de un permiso. Sin embargo la situacion de la familia de Antonio Leal “el zapatero” no habria cambiado mucho. Solicitan ahora la ayuda al Excombatiente y Juan Montero se declara pobre por encontrarse en paro obligatorio y no tener como mantener a su madre.

Fuentes Bibliograficas:

– Dominguez Perez, Alicia. El verano que trajo un largo invierno. Quorum, Cadiz, 2005.

– Gutierrez Molina, Jose Luis. Se nace hombre libre. La obra literaria de Vicente Ballester. Diputacion de Cadiz, 1997.


Fuentes Archivisticas:

-tArchivo Historico Municipal de Cadiz. Libro de padrones 1935.
-tArchivo Historico Provincial de Cadiz. Listado de Combatientes y Excombatienes.

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